viernes, 22 de junio de 2012

TOMAR UNA DECISIÓN

Es difícil tomar una decisión, pero la tragedia del hombre es tener que elegir a cada momento, todos los días de su vida y tener que renunciar a aquello que no elige.
La toma de decisión es una responsabilidad y un compromiso. Una responsabilidad porque tenemos que hacernos cargo de las consecuencias y un compromiso porque nos limita la libertad para siempre, condicionando nuestras futuras decisiones; porque tomar decisiones irresponsables habilita a los demás a hacer lo mismo.
La libertad en una sociedad siempre es limitada, porque no se trata de liberarse de los compromisos sino de tener la posibilidad de elegir.
La vida es cambio y todo cambio incluye problemas que exigen tomar decisiones. Si tenemos claro cuál es el problema surgen de inmediato las distintas alternativas que pueden resolverlo. La definición del problema representa ya el cincuenta por ciento de la solución.
Suele ocurrir que haya dos alternativas igualmente atrayentes; en ese caso la elección más razonable es la que cumple con los objetivos y que tiene el menor costo ó la menor cantidad de desventajas. Por ejemplo: una desventaja de alto costo en una toma de decisión personal, es la infelicidad de los que nos rodean.
Nunca la cantidad de desventajas deberán superar los objetivos, los cuales pueden ser modificados o adaptados para disminuir los costos.
Cuando se toma una decisión hay que aceptar que tendremos que renuncias a lo que no se elige, porque no se pueden elegir dos cosas que se contraponen.
Si la decisión es conservadora tiene más en cuenta las desventajas, y si es más audaz prioriza el cumplimiento de los objetivos, minimizando el costo.
Toda decisión o proyecto tiene que estar de acuerdo con los propios valores, coherente con la propia forma de pensar, porque los errores en la toma de decisión es causa del sufrimiento humano.
Nuestra Conciencia más elevada conoce obrar correctamente, pero nuestra mente inferior muchas veces nos lleva a cometer errores que a la larga se convierten en un karma sin fin, llevándonos a esferas cada vez más bajas.
En fin, está en cada uno el de acertar la decisión en el momento apropiado, y esto no es cuestión de acomodar las cosas a nuestro favor, sino más bien es una cuestión de estar atento a la Conciencia elevada del Yo Soy.

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