miércoles, 27 de junio de 2012

EL SILENCIO


Las personas pueden ser más apreciadas por sus silencios que por sus palabras, porque saben escuchar.
El silencio puede ser más elocuente que cualquier palabra. Por ejemplo, en una situación límite el silencio es el que confirma el desenlace.
La gente no sabe disfrutar del silencio, que es algo que no tiene precio, sin embargo están dispuestos a gastar para escuchar ruidos molestos.
Muchos tienen dificultades para relacionarse porque tienen miedo de no saber qué decir, no se dan cuenta que para agradar es mejor no decir nada y conservar el misterio.
La naturaleza tiene silencios que son sagrados, cuando parece que hasta los pájaros dejan de cantar y la brisa deja de soplar para no quebrarlo.
Vivimos rodeados de ruidos que nos obligan a mantenernos alejados de nosotros mismos y nos mantienen pegados a las cosas; intentando tapar con música los ruidos de la calle o con conversaciones  triviales hablando por teléfono.

Las cosas superficiales son ruidosas para destacarse porque están vacías de contenido; en cambio, lo que es esencial y verdadero permanece en el silencio.
Los grandes momentos exigen silencio para poder estar atentos, no distraerse y concentrarse en los significados.
Los cultos religiosos son silenciosos porque solamente en silencio está lo sagrado; el espacio entre los pensamientos; nuestra interioridad; la eternidad y el ser verdadero.
El silencio expresa mejor los sentimientos que las palabras, porque el que mucho dice poco siente.
Las palabras hieren pero el silencio es piadoso y  hasta misericordioso.
La música se expresa en función del silencio que la precede y en los momentos de mayor dramatismo es más elocuente el silencio que la música.
El ruido caótico define a una civilización como desordenada, salvaje y subversiva, que es cuando los individuos no tienen ninguna consideración hacia el otro.
El ruido es la barrera que se interpone en la comunicación social, produciendo interferencias, malos entendidos, errores, falsas interpretaciones, desavenencias, litigios, discusiones y hasta violencia física; y el silencio suele expresar con claridad los sentimientos.
El miedo a relacionarse impide hacer silencio y obliga a aturdir al otro con palabras vacías que sólo consiguen alejarlo.
Más allá de nuestros pensamientos está el silencio que puede experimentarse en la meditación como algo profundo y anhelado.
El silencio predispone a la calma y a la reflexión, es el lugar de las mejores ideas, la fuente de la creatividad.
El silencio es más real que las cosas porque es el canal que permite el surgimiento de lo verdadero.
El que ante una ofensa se queda en silencio desarma a su agresor, lo descoloca y lo inhibe y además se adueña de la situación.
El silencio es el perdón y la posibilidad de ser perdonado y es el único modo de guardar secretos.
La paradoja del silencio es que se destaca por la ausencia de ruidos, deja huellas aunque sea una incógnita, tranquiliza y produce sosiego aunque nadie lo note y sin ruido deja más lugar para la imaginación.
Sólo vale la pena romper el silencio para agradecer, porque las palabras nunca pueden expresar fielmente lo que estamos pensando.
El silencio es la mejor plegaria, y hasta el mejor camino hacia el autoconocimiento 

viernes, 22 de junio de 2012

TOMAR UNA DECISIÓN

Es difícil tomar una decisión, pero la tragedia del hombre es tener que elegir a cada momento, todos los días de su vida y tener que renunciar a aquello que no elige.
La toma de decisión es una responsabilidad y un compromiso. Una responsabilidad porque tenemos que hacernos cargo de las consecuencias y un compromiso porque nos limita la libertad para siempre, condicionando nuestras futuras decisiones; porque tomar decisiones irresponsables habilita a los demás a hacer lo mismo.
La libertad en una sociedad siempre es limitada, porque no se trata de liberarse de los compromisos sino de tener la posibilidad de elegir.
La vida es cambio y todo cambio incluye problemas que exigen tomar decisiones. Si tenemos claro cuál es el problema surgen de inmediato las distintas alternativas que pueden resolverlo. La definición del problema representa ya el cincuenta por ciento de la solución.
Suele ocurrir que haya dos alternativas igualmente atrayentes; en ese caso la elección más razonable es la que cumple con los objetivos y que tiene el menor costo ó la menor cantidad de desventajas. Por ejemplo: una desventaja de alto costo en una toma de decisión personal, es la infelicidad de los que nos rodean.
Nunca la cantidad de desventajas deberán superar los objetivos, los cuales pueden ser modificados o adaptados para disminuir los costos.
Cuando se toma una decisión hay que aceptar que tendremos que renuncias a lo que no se elige, porque no se pueden elegir dos cosas que se contraponen.
Si la decisión es conservadora tiene más en cuenta las desventajas, y si es más audaz prioriza el cumplimiento de los objetivos, minimizando el costo.
Toda decisión o proyecto tiene que estar de acuerdo con los propios valores, coherente con la propia forma de pensar, porque los errores en la toma de decisión es causa del sufrimiento humano.
Nuestra Conciencia más elevada conoce obrar correctamente, pero nuestra mente inferior muchas veces nos lleva a cometer errores que a la larga se convierten en un karma sin fin, llevándonos a esferas cada vez más bajas.
En fin, está en cada uno el de acertar la decisión en el momento apropiado, y esto no es cuestión de acomodar las cosas a nuestro favor, sino más bien es una cuestión de estar atento a la Conciencia elevada del Yo Soy.

martes, 19 de junio de 2012

TOLERAR LA FRUSTRACIÓN, UNA HABILIDAD QUE SE DESARROLLA

Enquistarse en la sociedad y la frustración, quejarse constantemente y continuamente de las desdichas y tragedias que nos acosan y no hacer absolutamente nada para modificar aquellas situaciones que nos angustian, es un camino certero y seguro hacia la depresión.Camino, por supuesto, que es recorrido a solas…”Eric Fromm



Tolerar la frustración nos permite enfrentarnos con éxito a la vida. La baja tolerancia a la frustración nos causa enojo, depresión e incapacidad ante cualquier molestia o problema y provoca la evitación o mala solución de los mismos.

La frustración es el sentimiento que surge cuando no logramos nuestros deseos.
De acuerdo a la intensidad de la frustración y a nuestras propias características personales, reaccionamos con molestia, ansiedad, depresión, angustia, enojo, etc.
La base del problema no está en el dolor y la frustración que vivimos, sino en nuestra actitud ante ellos.
Actuamos como si el malestar y el sufrimiento pudieran acabar con nosotros. Y creemos que estas emociones no deben de ser parte de nuestra vida. 

Tolerar la frustración significa poder enfrentar los problemas y limitaciones que tenemos a lo largo de la vida, a pesar de las molestias o incomodidades que nos causan. 


La baja tolerancia a la frustración está relacionada con dos elementos: 

1. Una percepción equivocada y exagerada de la situación que estamos viviendo.
2. La creencia de que es horrible vivir el malestar y no lo podemos ni queremos aguantar.
La frustración es parte de la vida.
No podemos evitarla, pero si podemos aprender a manejarla y a superarla.
Generalmente es en la infancia cuando aprendemos a tolerar la frustración.
Cuando un niño es muy pequeño, cree que el mundo gira alrededor de él.
Piensa que se merece todo lo que quiere, en el momento en que lo quiere.
No sabe esperar, porque no tiene el concepto de tiempo, ni la capacidad de pensar en los deseos y necesidades de los demás.

Por eso, cualquier límite o cualquier cosa que le niegan, lo siente como algo injusto y terrible.
No puede entender por qué no le dan lo que él desea.
Se siente frustrado y despojado de lo que "necesita" en ese instante.
No tiene las herramientas para eliminar, disminuir o tolerar su malestar.

Si los padres o las demás personas le dan siempre lo que pide y en el momento en que lo hace, no aprende a "aguantar" la molestia que le provoca la espera o la negación de sus deseos.

Al llegar a la edad adulta, sigue sintiéndose mal ante cualquier límite o ante la necesidad de posponer una satisfacción.
Siente que necesita eliminar inmediatamente dicho malestar.

¿Cómo? 
Haciendo lo más fácil o lo primero que se le ocurra, con tal de ponerle fin a su molestia o incomodidad.La poca tolerancia a la frustración provoca que, ante cualquier incomodidad, nos desmotivemos y abandonemos nuestras metas y proyectos.
Que nuestros deseos pierdan importancia.

Esta falta de tolerancia está relacionada con las creencias que implican que mi vida debe de ser fácil, cómoda y placentera todo el tiempo.
Que es horrible e intolerable sufrir cualquier molestia que va más allá de cierto nivel de intensidad o de duración.

Creencias definitivamente erróneas, que nos impiden disfrutar de una gran parte de la vida.

Siempre podemos aprender a ser más tolerantes ante la frustración.
Porque la frustración es parte de la vida y es inevitable.

Para ello necesitamos tener paciencia.
La paciencia no tiene nada que ver con la necesidad y tiempos de espera, sino con la fortaleza para enfrentar el dolor sin perturbarnos emocionalmente.


Siempre hay algo que podemos hacer al respecto, en lugar de enojarnos o quejarnos.

Repítete esto constantemente.

Piensa en todas las cosas que has perdido o dejado de obtener por tu poca tolerancia a la frustración.
¿Vale la pena la comodidad inmediata y momentánea, a cambio de todo eso que podrías tener?

No olvides que hay épocas buenas y épocas difíciles o dolorosas y que  tenemos la capacidad de tolerar o soportar algo, sin alterarnos demasiado.


El malestar y el sufrimiento son desagradables, pero no nos destruyen.
Si aprendemos de ellos, nos fortalecemos y desarrollamos.
Obtenemos nuevas herramientas para lograr nuestro bienestar.

Nuestra vida y nuestra felicidad no dependen de aquello que deseo y no obtengo de inmediato.
Hay mucho más allá, si lo sabemos buscar.

Incluso el dolor intenso, lo podemos soportar y es pasajero.
A menos que nosotros, con nuestra actitud y forma de pensar, lo hagamos permanente.


Practica.


No busques de inmediato la solución.
Date cuenta de que no pasa nada si te sientes mal un rato.

La tolerancia se fortalece, como cualquier músculo, trabajándola y practicando.

Todos podemos aguantar el malestar.

¿Es incomodo?

Sí, pero no pasa nada si nos sentimos mal durante un periodo de tiempo. El malestar pasa y la recompensa puede ser enorme a largo plazo.


Ilustración: César Barreto  http://contrastebarreto.blogspot.com


miércoles, 13 de junio de 2012

HUMOR Y SALUD

El humor “sirve como una válvula interna de seguridad que nos permite liberar tensiones, disipar las preocupaciones, relajarnos y olvidarnos de todo”, afirma el Dr. Lee Berk, profesor de patología en la Universidad de Loma Linda, en California y uno de los principales investigadores en el mundo sobre la salud y el buen humor. En una serie de estudios, entre ellos uno publicado en el número de diciembre de 1989 de la revista American Journal of Medical Science, examinó las muestras de sangre de sujetos antes y después de que vieran vídeos cómicos, y las comparó con las de un grupo que no vió los vídeos. Berk descubrió importantes reducciones en las concentraciones de hormonas de la tensión y un incremento en la respuesta inmune de quienes vieron los vídeos.


El libro “Anatomía de una enfermedad”, publicado en 1979 por el fallecido editor de revistasNorman Cousins, fue el primero en exponer ante el público una correlación entre el humor y la salud. Cousins describe cómo se recuperó de una enfermedad de los tejidos conjuntivos que normalmente suele ser irreversible mediante un tratamiento que incluyó, entre otras terapias, películas cómicas de los hermanos Marx.
RISA

Los niños están mucho más dispuestos a reírse que los adultos, un pequeño se ríe un promedio de 300 veces al día, mientras que un adulto lo hace entre quince y cien.
La risa es una potente herramienta curativa.Una buena carcajada fortalece el sistema inmunológico del cuerpo y reduce las hormonas que pueden causar tensiones. 

La risa provoca una tremenda liberación de hormonas, las endorfinas conocidas merecidamente como las hormonas de la felicidad. Además, liberamos serotonina, dopamina y adrenalina. La explosión de carcajadas provoca algo muy parecido al éxtasis: aporta vitalidad, energía e incrementa la actividad cerebral. Cuando nos invade la risa, muchos músculos de nuestro cuerpo que permanecían inactivos se ponen en funcionamiento. Es un estímulo eficaz contra el estrés, la depresión y, evidentemente, la tristeza.

La risoterapia no se basa en sonrisitas, ni siquiera en carcajadas normales. Hay que aprender a reír con todo el cuerpo. Las sesiones parten de un cuerpo completamente relajado. Se necesita liberar las tensiones musculares y las preocupaciones para sumergirse plenamente en la medicina de la risa. Uno de los métodos más efectivos para desbloquear el cuerpo y la mente es la danza. Otra forma de motivar la risa es haciendo muecas delante de un espejo. Reflejarse hacerse el payaso seguro que motivará las carcajadas. Tratar de ver programas y películas cómicas. Si aún no ha brotado la risa, se fuerza. Je, je, je… Ji, ji, ji… Ja, ja, ja… Quizá se sienta como algo absurdo, pero… el absurdo siempre provoca la risa y ¿no es este el fin de la sesión de risoterapia?

lunes, 11 de junio de 2012

VULNERABILIDAD Y RESILIENCIA



En aquellos momentos en que no nos queda más remedio que enfrentarnos a situaciones vitales difíciles, son varios los sentimientos que pueden aflorar en nuestro interior. Algunos de ellos, como por ejemplo la ansiedad o la tristeza, pueden no sorprendernos, debido probablemente a que ya hemos entrado en contacto con ellos anteriormente a lo largo de nuestra vida. Otras sensaciones como el sentimiento de vulnerabilidad, sin embargo, pueden resultarnos más novedosas e incluso pueden hacernos sentir profundamente turbados.

En una sociedad en que desde hace siglos la emoción y la sensibilidad se han asociado casi inequívocamente con la irracionalidad y la debilidad, el sentirnos vulnerables no suele resultarnos algo agradable. Desde bien pequeños se nos enseña la importancia y las ventajas de “tenerlo todo controlado”, de manera que cuando esta capacidad de control se desvanece nos sentimos profundamente pequeños e indefensos, y sentirse pequeño e indefenso no suele ser algo fácil de digerir.

Esto hace que a menudo nuestros recursos deban mobilizarse no sólo para afrontar la situación estresante, sino también para reformular la idea que tenemos de nosotros mismos: idea en la que muy a menudo la flaqueza o vulnerabilidad no tienen mucho espacio. Esta ausencia o poca identificación con nuestra faceta vulnerable se debe en parte a que tradicionalmente la hemos disociado por completo de la fortaleza o la capacidad de adaptación. Hemos aprendido que no podemos ser fuertes y vulnerables a la vez, de manera que, al vernos obligados a elegir entre una de las dos características, nos quedamos con la fortaleza.

Pero, ¿es realmente cierto que uno no pueda sentirse vulnerable y ser fuerte a la vez? Boris Cyrulnik, uno de los mayores expertos en resiliencia a nivel mundial, nos responde de forma clara en su célebre obra Los patitos feos: “la resiliencia, el hecho de superar el trauma y volverse bello pese a todo, no tiene nada que ver con la invulnerabilidad ni con el éxito social.” Y esto es así entre otras cosas porque el sentirse vulnerable en determinados momentos y ante determinadas circunstancias es algo indisociable de nuestra calidad de ser humanos, de manera que constituye una parte de nuestra experiencia deseable y sana imposible de esquivar.

Cuando la vida nos da un golpe una herida aparece en nuestro ser, una herida que por mucho auto-conocimiento y terapia que hagamos seguirá siempre allí, constituyendo un lugar que dolerá más fácilmente al ser tocado que cualquier otro y esto, nos guste o no, nos hace vulnerables. El objetivo pues, el ser fuertes, no pasa en absoluto por volvernos ciegos a nuestra parte blanda, al contrario: se trata en realidad de mirar de frente esta parte y reconocerla como algo tan nuestro como todo lo demás, de manera que podamos integrarla en nosotros en vez de intentar luchar con ella o hacerla desaparecer.

En el momento en que logramos que esta consciencia y aceptación entren en nuestra vida, nos sorprenderemos al contemplar como la fortaleza y la capacidad de superación las acompañan cogidas de la mano, ya que no existe nadie más fuerte que el que conoce bien su debilidad y ha hecho las paces con ella.

Cuando logremos mirarnos a nosotros mismos y a nuestras heridas desde la compasión bien entendida, y no desde la exigencia o el juicio, seremos capaces de seguir viviendo con ellas haciendo que la intensidad del dolor se apacigue y nos permita seguir adelante aportándonos incluso cosas buenas por el camino. Citando de nuevo a Cyrulnik: “Sólo entonces podrá llevar una existencia de cisne, bella y sin embargo frágil, pues jamás podrá olvidar su pasado de patito feo. No obstante, una vez convertido en cisne, podrá pensar en el pasado de un modo que el resulte soportable.”

Es responsabilidad de todos, de cada uno de nosotros, el que la vulnerabilidad pase a ser vista como algo tan natural como lo que realmente es, y no sólo como un signo de debilidad o estupidez.

Aprende a decir “no puedo” con la cabeza en alto: ¡entonces podrás con todo!

miércoles, 6 de junio de 2012

PSICODRAMA





La Psicoterapia de Grupo Psicodramática es un recurso terapéutico genuino y facilitador para que las personas se socialicen, aprendan a escuchar y comprender. Trabaja especialmente en los vínculos conflictivos consigo mismo y con los demás, para esclarecerlos y poder cambiarlos. Con técnicas tales como la Inversión de Roles la cual consiste en ocupar el lugar del otro o ponerse en el lugar del otro; esto permite entender que siente el otro.


Las personas en una terapia individual se resisten a hablar generalmente de sus propios problemas, en cambio en el grupo es más sencillo porque hablan cuando quieren y se sienten representados por las vicisitudes ajenas.

Por el tipo de dinámica que ofrece un grupo de Terapia Psicodramática, la evolución favorable es más rápida y enriquecedora.

Jacob Leví Moreno, el creador del psicodrama, lo definió como "un método para sondear a fondo la verdad del alma a través de la acción". Parecería, a partir de esta definición, que el objetivo del psicodrama es terapéutico. De hecho, es más conocido el psicodrama como psicoterapia que en los demás campos. Sin embargo, el objetivo terapéutico es el último que aparece en la historia de la creación del psicodrama. Moreno era ante todo un humanista. La búsqueda de Moreno era la de la espontaneidad y la creatividad. Pero el centro del trabajo de Moreno, estuvo siempre en los grupos. Por una razón muy sencilla: porque el hombre vive en grupos. Trabaja, aprende, juega y se divierte en grupos.

Dicho por su propio autor:"Históricamente el psicodrama representa el punto decisivo en el apartamiento del tratamiento del individuo aislado hacia el tratamiento del individuo en grupos, del tratamiento del individuo con métodos verbales hacia el tratamiento con métodos de acción.

El psicodrama pone al paciente sobre un escenario, donde puede resolver sus problemas con la ayuda de unos pocos actores terapéuticos. Es tanto un método de diagnóstico como de tratamiento." (Moreno, 1946). El psicodrama es así un método para coordinar grupos a través de la acción, creado a partir de y para los grupos humanos.
Se utiliza no solo en terapias grupales, sino también en familiares, de pareja e individuales. O sea que es un recurso psicoterapéutico que consiste en la representación (dramatización) por parte del paciente de acontecimientos pasados o futuros, reales o imaginarios, externos o internos, que al ser puestos "en acción", permiten que los experimente al máximo, como si estuviesen sucediendo en el presente.

Para ello es necesario que primero el paciente determine el "escenario" o el lugar imaginario de la escena que se va a representar. Es necesario que se dé una buena descripción del mismo, objetivando el conflicto o lo que se quiera representar con la mayor cantidad de datos posibles.

Luego el "protagonista" (el paciente que requiere la dramatización), elige a los "yo auxiliares" (en el caso de terapias individuales o de pareja, puedo ser yo misma) que son otros pacientes que "actúan" los roles de las otras personas que forman parten de la acción dramática.

En estas representaciones, entonces, se utilizan distintas técnicas dramáticas (inversión de roles, soliloquios, proyección en el futuro, etc.) que permiten que se cumplan los siguientes objetivos principales:

  • Darse cuenta de los propios pensamientos, sentimientos, motivaciones, conductas y relaciones.
  • Mejorar la comprensión de las situaciones, de los puntos de vista de otras personas y de nuestra imagen o acción sobre ellas. 
  • Investigar y descubrir la posibilidad y la propia capacidad de nuevas y más funcionales opciones de conducta (nuevas respuestas). 
  • Ensayar, aprender o prepararse para actuar las conductas o respuestas que se encontraron más convenientes.

Luego de finalizada la representación, todo el grupo tiene la posibilidad de intervenir, compartiendo no sólo lo que sintieron frente a lo representado sino también sus propias experiencias sobre el tema. Esto es fundamental no solo porque de esta manera el "protagonista" puede verse desde los ojos de los demás y sienta apoyo, comprensión y contención de los integrantes del grupo, sino también para que no se sienta único con sus problemas.

lunes, 4 de junio de 2012

Visualización Creativa



VISUALIZACIÓN CREATIVA

La visualización no es más que nuestra imaginación aplicada a cualquier objetivo que deseemos lograr. Es crear una situación con nuestra mente. La utilizamos cuando nos anticipamos mentalmente a algo que tenemos que hacer o que nos va ocurrir; una prueba , un examen, una cita importante, casi cualquier situación nos es valida.
Se trata de aprender a crear una realidad subjetiva, que no hemos vivido antes. Es parecido a los ensayos de una obra de teatro. Nos ayuda a conseguir nuestros objetivos.
Funciona gracias a que nuestro cerebro no distingue entre un acontecimiento real y otro imaginado. Por esta misma razón las imágenes que se repiten en una persona con estrés postraumático o que ha sufrido una situación emocionalmente fuerte causan tanto desasosiego. Se están viviendo como si ocurriesen en el momento actual.
La visualización la usamos para que nuestro cerebro viva en tiempo presente una situación futura y pueda irse preparando para la misma.
Maltz explica cómo funciona el cerebro: científicamente, el cerebro es nuestro “ordenador central”. Controla todas las funciones del cuerpo, tanto las conscientes (caminar, correr, leer) como las inconscientes (la respiración, los latidos del corazón, la digestión, etc.).
Cuando sucede algo, el cerebro da las órdenes pertinentes al cuerpo para responder adecuadamente a lo que esta sucediendo: segregar adrenalina, salir corriendo… Esto pasa tanto cuando el suceso es objetivo como subjetivo: cuando imaginamos que algo va mal, el cerebro ordena al cuerpo la respuesta adecuada.
Pero más allá de una respuesta física, el cerebro programa una respuesta psicológica. De acuerdo con la información que tiene, el cerebro programa una pauta de conducta: nos comportamos de una manera o de otra, según sea el caso y, según como nos comportamos, obtenemos los resultados que deseamos o los que no queremos.
Esa es la importancia y el secreto de la visualización: al crear una realidad subjetiva, el cerebro programa la pauta de conducta adecuada, y esta pauta nos lleva a los resultados. De nosotros depende que esta realidad que creemos sea la correcta o la que más nos beneficie.

viernes, 1 de junio de 2012

NUEVOS RETOS DE LA MUSICOTERAPIA


Sobre Musicopetapia por la Sra. Núria Escudé

La musicoterapia consiste en la utilización de la música con finalidades terapéuticas. El musicoterapeuta actúa sobre la parte física del ser humano: mueve a la acción o relaja, activa o lentifica las constantes biológicas (respiración, presión sanguínea, ritmo cardiaco, oxigenación), etc.; pero también en la parte cognitiva (reestructura pensamientos y busca recursos), emocional (expresa y proyecta sentimientos) y espiritual (conlleva a la dimensión interior).
La música va más allá de las palabras y, como decía Suzanne Langer, tiene el mismo lenguaje que las emociones. Por eso es una de las terapias más útiles para poder expresar los problemas y reconducirlos a nuevas expresiones de la persona, teniendo en cuenta sus recursos.
La musicoterapia se aplica en neonatología, educación infantil, educación especial, niños con problemas, adolescentes, adultos, personas con problemas de salud mental, personas de la tercera edad o enfermos terminales.
Ámbitos: clínico (oncología, enfermos terminales), psiquiatría, educación (infantil, especial), geriatría (personas con Parkinson o Alzheimer), comunitario (integración) y prevención.
Actualmente los musicoterapeutas trabajamos con unos resultados muy positivos en educación especial, donde muchos profesionales de la salud nos derivan casos porque ven que la musicoterapia es más eficaz para ayudar a los niños en su desarrollo personal. Otro de los ámbitos donde la musicoterapia es más eficaz es la geriatría. Cada vez más centros de día y residenciales tienen en su equipo de profesionales a los musicoterapeutas, que colaboran en la institución resocializando, previniendo, incrementando conductas positivas, estimulando la atención, trabajando la reminiscencia, cambiando estados de ánimo y ayudando, en definitiva, a aumentar la calidad de vida.
Pero los nuevos retos de la musicoterapia van hacia la HUMANIZACIÓN de los hospitales. Desde el Máster estamos realizando un proyecto de investigación en el Consorcio de Hospitales Parc Salut Mar, concretamente en la unidad de cuidados paliativos del Hospital de La Esperanza. El equipo medico, junto con el Dr. Planas, apuesta por la musicoterapia como terapia en su unidad para mejorar la calidad de vida de los usuarios. Los resultados están siendo muy positivos. Dicha investigación ha sido considerada uno de los proyectos estrella del hospital. Otro ambiente muy efectivo para la musicoterapia, debido al envejecimiento de la población y con el fin de mejorar su calidad de vida, es el centro sociosanitario de Sant Joan de Déu. Hace ya tres años que estamos colaborando con los residentes para mejorar sus capacidades cognitivas, sociales y emocionales a través de la música. Por otra parte, la especialización en tiempos de crisis conlleva a la musicoterapia a integrarse en determinados colectivos, como en el centro penitenciario Wad Rass (formación de prácticas), y a trabajar sobre aspectos como la inmigración (fundación Ribermúsica, Art solidari), la integración escolar (Escuela Paideia, Taiga, escuelas municipales de música), la desestructuración familiar (Instituto Catalán de Musicoterapia), trastornos de la alimentación (La casita, Buenos Aires), y centros de acogida y adopción (Instituto Catalán de Acogida y Adopción). Entre estos y más centros nos ayudan a pensar en la musicoterapia como disciplina del futuro.
Desde el Máster de Musicoterapia queremos ampliar fronteras, y por eso realizamos viajes de estudios a diferentes ciudades europeas con la finalidad de aprender e imitar modelos que pueden funcionar en nuestro país. El pasado curso estuvimos en Berlín y visitamos la universidad y los diferentes centros donde se realiza musicoterapia. La universidad también tiene convenios con el Hospital Beth Israel en Nueva York. Cada año algunos estudiantes del Máster pueden realizar sus prácticas en dicho centro, así como en la Universidad de Argentina, y en centros de Buenos Aires.
El Máster está dentro de ECARTE (CONSORCIO DE UNIVERSIDADES EUROPEAS DE GRAN PRESTIGIO), donde profesionales de la musicoterapia y alumnos comparten experiencias, currículos profesionales y programas de máster, entre otros beneficios.
El objetivo es abrir la musicoterapia a los nuevos retos profesionales, teniendo en cuenta los mejores profesionales y las técnicas más avanzadas.