Los adultos pueden ayudar a los niños a potenciar esta
capacidad imprescindible para el aprendizaje
"Se distrae mucho en clase", "no atiende
cuando se le habla", "es muy despistado". Muchas de estas frases
son pronunciadas de manera habitual por los docentes al describir el
comportamiento de algunos alumnos en clase. Pero se resumen en un único
concepto: falta de atención.
Esta capacidad, básica para desarrollar la mayoría
de las tareas escolares, se puede reforzar y ejercitar por medio de juegos y
actividades atractivas para los niños.
Los problemas de atención en edad preescolar tienen una
relación directa con el fracaso académico por la sencilla razón de que no
aprenden bien los conceptos, tienen lagunas porque no han prestado atención y,
cuando estudian, se sienten confusos.
En estos casos, los adultos pueden intervenir y potenciar la
capacidad de atención mediante ejercicios sencillos y juegos que enseñen a los
niños a retener la información importante e ignorar las distracciones. Estas
actividades permiten entrenar tanto la atención visual como la auditiva, ambas
muy necesarias para adquirir destreza en el estudio y para ejercitar la
memoria.
Al trabajar la capacidad de atención, hay que mostrar la
actividad siempre como un juego para que los niños estén motivados, les
aconsejo practicar dos o tres veces por semana, durante un máximo de 15 minutos
al día como mínimo.
Tengan en cuenta que para cada etapa educativa, no hay que facilitar la tarea, sino hay que
ayudar sólo cuando sea necesario y no marcar los errores. El mismo niño debe
ser quien los descubra.
Ejercicios y actividades
- Enumerar tres, cuatro o cinco cosas (según la edad) que
puede encontrar en casa y pedirle que las traiga para comprobar que ha
atendido al listado.
- Decirle una palabra o un número. A continuación, recitar
un listado de palabras o números, entre los que se encuentre el anterior,
y pedirle que haga una señal cuando lo escuche.
- Colocar diferentes elementos en una mesa, en un orden
determinado. Variar luego el orden para que vuelva a colocarlos en el modo
inicial.
- Guardar varios objetos en una caja, cerrarla y pedirle
que repita el nombre de todos los objetos que están en su interior.
- Disfrazarse con varios adornos y quitarse algunos para
que descubra cuáles han desaparecido.
Esto entre otras cosas que con su psicólogo podrían
ver.
Qué puede hacer el profesor
Captar la atención de los alumnos en clase es uno
de los primeros retos a los que se enfrentan los docentes en el aula, por eso
apunto diferentes estrategias para captar la atención y para mantenerla:
- Asegurar la atención de todos los alumnos y no comenzar
la clase hasta haberlo conseguido.
- Advertir al alumno distraído de manera individual,
llamarle por su nombre. Si este paso es ineficaz, conviene hacer una
advertencia personal privada.
- Detectar los elementos que pueden distraer a los
estudiantes e intentar anularlos.
- Colocar a los alumnos de menor rendimiento más cerca del
docente.
- Iniciar la clase con actividades que favorezcan la
atención, como preguntas breves sobre la clase anterior o ejercicios
prácticos.
- Utilizar distintas formas de presentación de los contenidos
de la materia, como lecturas, videos, etc. Variar las tareas que deben
realizar los estudiantes para evitar la monotonía.
- Detectar cuáles son las metodologías que consiguen un
mayor nivel de atención en los alumnos y utilizarlas en los momentos
claves, como al final de la clase, cuando están, en general, más cansados.
Por supuesto esto son
apenas algunos consejos que podrían servir para ayudar tanto a los papás y a
los profes a la hora de trabajar con estos pequeños.
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