Si bien el rendimiento escolar de los niños depende de
muchos factores, como la familia, los profesores, la influencia de los
compañeros de clase y el autoconcepto del niño, entre otros, los padres son
piezas fundamentales, pues son su ejemplo a seguir y las personas más
importantes para cualquier niño.
Lo que papá o mamá comenten sobre su hijo, así como el
reconocimiento que hagan de su esfuerzo y logros son aspectos clave para que el
niño tenga un buen rendimiento y obtenga grandes resultados. Sin duda, las
expectativas de papá y mamá, y lo que le transmiten a su pequeño en este
sentido puede beneficiar o perjudicar de manera importante su rendimiento
académico.
De acuerdo con un estudio reciente, publicado en Journal
of Personality and Social Psychology, los niños suelen tener un buen
rendimiento académico cuando las expectativas que papá y mamá tienen sobre
ellos son realistas, es decir, las basan en sus aptitudes y habilidades. El
investigador Kou Murayama, encontró que el exceso de aspiración por parte de
los padres puede ser contraproducente en el rendimiento escolar del niño.
Pero ¡ojo!, esto no significa dejar de exigir un buen
resultado, sino tener altas expectativas que sean alcanzables por ellos. Los
investigadores encontraron que las altas aspiraciones aumentan los logros
académicos de los niños, siempre y cuando no superen las expectativas reales.
Si los papás no buscamos que nuestros hijos se superen ellos nunca se darán
cuenta de lo que son capaces de hacer y lograr por sí mismos, sin embargo,
tampoco se trata de frustrar a nuestros hijos para que lleguen al resultado a
como dé lugar.
Este hallazgo favorece a las escuelas, en el sentido de que
sería buena idea incorporar los pensamientos y expectativas de los papás hacia
los hijos, pues es definitivamente uno de los factores más importantes en el
rendimiento escolar de nuestros niños.
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