La psicología inversa consiste básicamente en influir en el
comportamiento de la otra persona. Tratar de conseguir que haga o diga lo
contrario de lo que éste desea. Es una forma de
manipulación de éxito cuestionable.
Cómo
usar la psicología inversa, algunos datos importantes:
Tener
en cuenta en quiénes funciona la psicología inversa. Algunas personas simplemente no responden a
ella. Las personas que sí lo hacen son en su mayoría aquellos que odian que les
digan qué hacer. Se preocupan más por la lucha de poder en sí misma que en el
motivo de la misma. Un ejemplo clásico son los hijos rebeldes. Básicamente,
cualquier persona con un ego sensible que nuble su juicio será susceptible a
este método.
Espera
hasta que estén listos. Es mucho más
fácil utilizar la psicología inversa cuando una persona está emocional, ya que
buscaríamos que se desencadene una reacción inmediata. Cuanto más vayas y
vengas con la argumentación, la discusión se convertirá más en una lucha por el
poder, y la otra persona tendrá más deseos de "ganar"
Decir lo contrario de lo
que se está discutiendo, pero en el mismo tono. Con el tiempo, aquello por lo
que la persona discute ya no es el motivo de la discusión, sino su deseo de
dominar. Y pronto estarán discutiendo con la forma en que digas las
cosas, en vez de lo que estás
diciendo.
Un enfoque alternativo es decir "Bien,
me doy por vencido, ganaste! Algunas personas responderán dándose cuenta de que
sólo estaban siendo contradictorias. En realidad no querían ganar, querían
seguir discutiendo porque habían quedado atrapados en la lucha por el poder.
Cuando de veras ganan, se sienten mal por haber "ganado" en algo que
significaba mucho más para vos que para ellos, como si te hubieran quitado algo
al hacerlo tan difícil.
Presionar
aún más. Insistir en el comportamiento que se quiere
lograr.
Ponerlo
en evidencia. Si
empieza a decir que hará lo que querías que hiciera en un primer principio, pero
en sus propios términos, podemos decir: "¡No te creo!" Agregar
algunas frases que herirán su ego, como "nunca terminas lo que empiezas"
o "no podes hacerlo tan bien como yo”
A veces se puede utilizar este paso por sí
mismo, como apostar a alguien que puede o no puede hacer algo.
Prepararte para seguir adelante. No hagas amenazas vacías. Si dijiste que dejarías
de limpiar el inodoro, deja de limpiar el inodoro, y que la otra persona a vea
lo repugnante que un inodoro puede ponerse. Pero si sucumbes y empiezas a
limpiar el baño de nuevo, la otra persona sentirá que ganó, y volverá a
rebelarse con mayor ímpetu. Así que a menos que estés dispuesto a seguir
adelante, no utilices la psicología inversa.
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