viernes, 2 de noviembre de 2012

Psicología Inversa


La psicología inversa consiste básicamente en influir en el comportamiento de la otra persona. Tratar de conseguir que haga o diga lo contrario de lo que éste desea. Es una forma de manipulación de éxito cuestionable.

Cómo usar la psicología inversa, algunos datos importantes:

Tener en cuenta en quiénes funciona la psicología inversa. Algunas personas simplemente no responden a ella. Las personas que sí lo hacen son en su mayoría aquellos que odian que les digan qué hacer. Se preocupan más por la lucha de poder en sí misma que en el motivo de la misma. Un ejemplo clásico son los hijos rebeldes. Básicamente, cualquier persona con un ego sensible que nuble su juicio será susceptible a este método.

Espera hasta que estén listos. Es mucho más fácil utilizar la psicología inversa cuando una persona está emocional, ya que buscaríamos que se desencadene una reacción inmediata. Cuanto más vayas y vengas con la argumentación, la discusión se convertirá más en una lucha por el poder, y la otra persona tendrá más deseos de "ganar"

Decir lo contrario de lo que se está discutiendo, pero en el mismo tono. Con el tiempo, aquello por lo que la persona discute ya no es el motivo de la discusión, sino su deseo de dominar. Y pronto estarán discutiendo con la forma en que  digas las cosas, en vez de lo que estás diciendo.

Un enfoque alternativo es decir "Bien, me doy por vencido, ganaste! Algunas personas responderán dándose cuenta de que sólo estaban siendo contradictorias. En realidad no querían ganar, querían seguir discutiendo porque habían quedado atrapados en la lucha por el poder. Cuando de veras ganan, se sienten mal por haber "ganado" en algo que significaba mucho más para vos que para ellos, como si te hubieran quitado algo al hacerlo tan difícil.

Presionar aún más. Insistir en el comportamiento que se quiere lograr.

Ponerlo en evidencia. Si empieza a decir que hará lo que querías que hiciera en un primer principio, pero en sus propios términos, podemos decir: "¡No te creo!" Agregar algunas frases que herirán su ego, como "nunca terminas lo que empiezas" o "no podes hacerlo tan bien como yo”
 A veces se puede utilizar este paso por sí mismo, como apostar a alguien que puede o no puede hacer algo.

Prepararte para seguir adelante. No hagas amenazas vacías. Si dijiste que dejarías de limpiar el inodoro, deja de limpiar el inodoro, y que la otra persona a vea lo repugnante que un inodoro puede ponerse. Pero si sucumbes y empiezas a limpiar el baño de nuevo, la otra persona sentirá que ganó, y volverá a rebelarse con mayor ímpetu. Así que a menos que estés dispuesto a seguir adelante, no utilices la psicología inversa. 

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